"En el lenguaje es siempre la guerra" (Henri Meschonnic)

sábado, 22 de enero de 2011

El argot nació del odio

Por Louis-Ferdinand Céline


A Trignol* lo vi sólo una vez, entre los años 1939 y 1940, yo era por entonces médico en los dispensarios de Sartrouville y Bezons. Un día entró en la oficina del alcalde, debía tratarse de un asunto político, tenía el aspecto de un agente electoral, un poco huidizo, y no pareció muy contento de verme ahí. Nos presentaron, no quise dar la impresión de no conocerlo. Volví a escuchar hablar de Trignol luego de la guerra, ¿qué había sido de él durante la Ocupación? No lo sé… No leí nada de él. Pero Trignol no era un verdadero argotista. Créame, conozco bien el argot, ¡todos los argots! El verdadero argot es El argot de las trincheras, de Villon, si bien ya es más académico, pero sobre todo el de las Canciones de Mandrin,** que por lo demás pocas personas conocen…
…No, el argot no se hace con un glosario, sino con imágenes nacidas del odio, es el odio el que hace el argot. El argot está hecho para expresar los sentimientos verdaderos de la miseria. Lea L’Humanité, no encontrará más que el dialecto de una doctrina. El argot está hecho para permitirle al obrero decirle a su patrón, al que detesta: vos vivís bien y yo mal, vos me explotás y andás en un coche lujoso, te voy a reventar… Pero el argot de hoy en día ya no es sincero, no resiste en el despacho del juez de instrucción. Siempre estoy esperando que aparezca un delincuente que espante al juez con su argot. En las prisiones de hoy se agacha la cabeza: sí Señor, sí Señor. Son sabios y no hablan en argot, lo sé por experiencia. Quedó lejos el tiempo en que Mandrin se jugaba la cabeza todos los días.
Hoy en día no queda más que el argot de los bares que usan los cafishitos para seducir a las modistas, y el argot pronunciado con el acento inglés del siglo XVI. Por lo demás, el argot no puede vivir, porque no es una construcción, es como esa casa que conocí en Berlín en la que los muros tenían grietas de diez metros pero cuyas puertas no se podían abrir. Nada se construye. Escuche a las buenas personas en el almacén. Luego de un asesinato que acaban de leer en un diario: sueltan algunos improperios y listo, no van más lejos.
Al cine y a la Serie Negra les gustaría ocultarnos esta parálisis del argot, pero al igual que con Trignol, ella se convierte en una industria.

Arts, 6 de febrero de 1957.
Traducción: M. Dupont

*Fernand Trignol fue un actor y autor francés especialista en argot durante muchos años. Fue también consejero de la “lengua verde” en algunos films.
**Louis Mandrin fue un bandido y contrabandista francés del siglo XVIII que murió ejecutado con el método de la rueda. Luego de su muerte, se popularizaron canciones que hablaban de sus “hazañas”.