En un opúsculo que lleva por título En ese tiempo, Clément Rosset cuenta que un día fue a una conferencia de Jacques Lacan en la mismísima École normale supérieure. La sala está llena a medias. Esperan al conferenciante, que oficia allí todas las semanas. “Había algo extraño en el comportamiento del auditorio. Cada uno estaba tranquilamente ocupado en leer su diario, en consultar sus notas, o tratando de resolver un problema de ajedrez o de palabras cruzadas. Daba la impresión de que todos esperaban algo pero al mismo tiempo parecían resignados a no esperar nada.” El tiempo pasa y, como Lacan no termina de aparecer, Clément Rosset le pregunta a su vecina, que estaba tejiendo, el porqué de esta tardanza. “¿Cómo? ¿Entonces no sabe que Lacan no vendrá hoy? Se fue al extranjero por quince días.” Ahí había gente, concluye Clément Rosset, cuya sumisión respecto a Lacan era tal que creía que perdía sus privilegios si faltaba a una sola de las clases del maestro – incluso si ya se sabía y estaba probado que éste estaría ausente."
Publicado por Frédéric Schiffter en: http://lephilosophesansqualits.blogspot.com/2011/01/interlude.html
Traducción: Hugo Savino